• Rastreo de cabeza: 6 grados de libertad de baja latencia

• Campo de visión: 110 grados en diagonal

• Tecnología de la pantalla: LCD

• Resolución: 1280x800 (640x800 por ojo)

• Entradas: DVI/HDMI y USB

• Plataformas: PC

• Peso: 379 g

El primer kit de desarrollo (DK1) se podía conseguir apoyando el proyecto en Kickstarter desde $275 (+$30 para envío internacional) para montaje propio. Con montaje incluido, se debían aportar $300 (+$30 de gastos de envío internacional). Dejó de estar a la venta el 12 de Marzo del 2014.

Mientras que los primeros prototipos usaban una pantalla de 5,6", el DK1 salió utilizando una pantalla de 7". Dicha pantalla presentaba una menor latencia y desenfoque de movimiento cuando uno movía la cabeza de forma rápida. A esto hay que sumarle que la pantalla LCD era más brillante y la profundidad de color alcanzaba los 24 bits por pixel.

El campo de visión es de más de 90 grados en horizontal y 110 en diagonal, lo que duplica el de otros aparatos de la competencia y es su principal ventaja. La resolución es de 1280x800 con una relación de aspecto de 16:10, lo que nos deja 640x800 para cada ojo.

Los prototipos iniciales hacían uso de un rastreador del movimiento de la cabeza Hillcrest Labs 3DoF que normalmente funciona a 125 Hz, pero estos llevaban un firmware especial que John Carmack pidió y funcionaban a 250 Hz, ya que la latencia era vital a la hora de brindar realismo. La última versión incluye un rastreador Reality Tracker que funciona a 1000 Hz y permite una latencia menor que la mayoría de rastreadores. Usa una combinación de giroscopios de 3 ejes, acelerómetros y magnetómetros, que lo hacen capaz rastrear el movimiento y posición en relación a la tierra.

Tiene un peso de 379 g, 90 g más que el prototipo inicial debido al aumento de tamaño de la pantalla, y no incluye auriculares. El visor dispone de un dial de cada lado, el cual se puede activar con un destornillador, que permite ajustar cada pantalla para acercarla o alejarla de los ojos. El kit de desarrollo también incluye lentes intercambiables que permitan la sencilla corrección de distrofias. El ajuste de la distancia entre cada ojo se hace por software, aunque dado su gran angulo de salida, esto no debería ser un problema grave con el Rift.